Las nuevas tecnologías avanzan a un ritmo tan rápido que las leyes intentan adaptarse a ellas y al uso que hace la sociedad actual. Las herramientas informáticas ofrecen una serie de ventajas muy útiles, pero también pueden derivar peligros de su uso. Es decir, un uso fraudulento de estas puede generar delitos informáticos, pudiendo provocar daño a otras personas o negocios. Si quieres especializarte en ciberseguridad, echa un vistazo al Máster en Seguridad Informática y Derecho.
Sigue leyendo porque te explicamos en qué consisten los delitos informáticos, cuáles son y cómo pueden prevenirse.
Índice de contenidos
Los delitos informáticos más comunes
Los delitos informáticos o ciberdelitos son aquellas acciones que se realizan a través de las nuevas tecnologías. También se consideran aquellos en los que las nuevas tecnologías intervienen como medio, objeto o como bien jurídico protegido. Con ello, los criminales cometen delitos aprovechando el gran potencial de las TIC superando barreras territoriales.
Para poder crear sistemas de protección y seguridad informática, es muy importante conocer los delitos informáticos más comunes. Ya sea a nivel personal, familiar o laboral, la importancia de ello es prevenir víctimas. A continuación te explicamos los ciberdelitos que se cometen más a menudo.
Estafa
Este tipo de delito se comete a través del robo de identidad. Los criminales utilizan técnicas como el spam, webs falsas o softwares ilegales para engañar a las víctimas y robarles las contraseñas o claves personales. De esta manera, acceden a información confidencial. Un ejemplo de ello es el acceso a datos bancarios.
Suplantación de identidad
Relacionado con lo anterior, la suplantación de identidad sucede cuando la estafa tiene éxito y el criminal obtiene acceso a la información personal. Una vez obtenida, el criminal puede realizar compras, llegando a arruinar a la víctima, o hacerse pasar por la persona a quien ha robado los datos.
Extorsión
Este delito sucede cuando alguien utiliza internet para extorsionar dinero a una persona o empresa. La extorsión se comete de distintas formas. Por ejemplo, el criminal puede tener acceso a información personal y amenazar con exponerla a menos que pague cierta cantidad de dinero a cambio. Los delincuentes también pueden llevar a cabo algún tipo de ataque cibernético para luego exigir un pago para detenerlo. Por este motivo, es muy importante tener un antivirus y proteger las cuentas bancarias y personales con contraseñas de alta dificultad.
Hackeo
Este delito se considera muy grave, ya que el hacker intenta obtener acceso a cuentas personales con la ayuda de un ordenador. Con ello consigue robar información confidencial y puede llegar afectar a los negocios de una empresa.
Acoso
Mucha actividad en internet es anónima y uno de los delitos más comunes es el acoso, afectando sobre todo a los adolescentes. Por ejemplo, se recomienda que no acepten a personas desconocidas en sus redes sociales. Si el acoso se vuelve una amenaza, se pueden tomar acciones legales.